La Batuta se apodera de la plaza de la comuna
Rock & Ñuñoa
Los Tres, La Ley, Los Tetas, Chancho en Piedra, Divididos, La Mosca Tsé Tsé, Café Tacuba y Plastilina Mosh son sólo algunos de los artistas que ha recibido el bar más popular de la plaza Ñuñoa. La Batuta se ha transformado en el local característico de la comuna y el que mejor retrata su paso desde un barrio netamente residencial, a uno con entretención los siete días de la semana.
“Ñuñoa ha crecido junto con La Batuta” cuenta José Manuel Iribarren, administrador de La Batuta, un bar que hace 18 años comenzó a ganarse el reconocimiento tanto dentro como fuera del país por tener en su escenario a músicos de gran renombre como Lucybell, Los Bunkers, La Ley, Charly García, Babasónicos y Catupecu Machu entre muchos otros.
Hace 18 años que este local se transformó en lo que es hoy. Partió como teatro hace 20 años y con el lento regreso a la democracia en 1989 se convierte en el lugar más representativo para Ñuñoa, donde distintas tendencias, vestimentas e ideologías se unen para escuchar rock a través de bandas emergentes que en sus letras representan a miles de chilenos.
Mantener a La Batuta vigente no fue fácil, llevándolos incluso a una lucha en tribunales por un periodo de seis meses para discutir acerca de la continuidad del local. “Nosotros luchamos por la libertad de expresión y creo que eso marcó y ayudó mucho a la comuna, especialmente cuando logramos que nuestro proyecto siguiera en pie. Encuentro que le dimos un aspecto cultural y pluralista, algo muy difícil de lograr en esos años”, dice Iribarren.
Con el paso del tiempo Ñuñoa ha dejado de ser el barrio tranquilo y alejado de la vida nocturna para convertirse en una de las comuna más bohemia de Santiago.
La Batuta ha incorporado al corazón del sector un toque de irreverencia y diversidad musical que ha ido aumentando con los años. “La música chilena no sería lo mismo sin nosotros, y probablemente la fama de Ñuñoa tampoco existiría de no haber sido por nuestra lucha interminable, por el respeto y la libertad de pensamiento entregadas a quienes pasan por esta pequeña taberna”.
A sólo metros de la municipalidad de Nuñoa, La Batuta ha visto cómo las casas y la tranquilidad que identificaba a los habitantes del sector se ha dejado de lado por un lugar con más construcciones y vida nocturna toda la semana.
Actualmente el bar a recibido a más de 65.000 personas de los más diversos estilos, pasando de ejecutivos con terno y corbata que viven en el lugar, hasta roqueros con pelo largo y chaquetas de cuero.
Con más de 500 bandas en vivo, cada año, La Batuta aporta al crecimiento de Ñuñoa y el país, transformándose en uno de los lugares más emblemáticos de la plaza de la comuna.