“Agosto el mes del pisco sour”, “piscola a $1500” y esto no para
Bohemia con sabor a cultura
La plaza Ñuñoa con su municipalidad al fondo y una decena de bares y restaurantes que la rodean, se prepara una noche más para recibir a la gran cantidad de personas que desde hace más de una década le han dado el apelativo de bohemia a una de las comunas más históricas de Santiago.
Hoy se ve claramente cómo la noche ñuñoína se convirtió con los años en una de las bohemias más apetecida por los santiaguinos; La Fuente Suiza, La Tecla, El Dante y La Batuta –local, que con 18 años de existencia pasando de ser un teatro, luego café y finalmente concebido como bar y discoteca, fomenta la música nacional con una trayectoria y prestigio donde por sus escenarios han pasado desde la cantante “Javiera y los imposibles” hasta Charly García- son sólo alguno de los lugares que le dan el toque artístico y cultural que definen a este sector.
Un tanto pequeño, con una barra al costado y un mini escenario, lo convierte en el punto perfecto donde la música pareciera ser el ingrediente principal.
“En este lugar se respira cultura”, dice un mesero que trabaja ahí hace cinco años.
“El lugar ha cambiado junto con el barrio, es como si fueran de la mano. Las vestimentas, modas y gustos han variado. He visto de todo, modas que van y que vienen, maneras de peinarse y hablar donde el rock pareciera ser, su punto de unión”.
Si hay que hacer una similitud entre el barrio y La Batuta es que ambos comparten el mismo estilo, la misma onda, la misma cultura... por algo lo llaman la bohemia de los artistas.